El ser humano necesita relacionarse con otras personas. Somos seres sociales e interactuar con otros y formar parte de una comunidad tiene connotaciones psicológicas para el individuo. La psicología social es la disciplina que estudia cómo las conductas, razonamientos, emociones y sensaciones que tenemos, de forma personal e individual, están influenciados por otras personas.
La intervención social es una parte de la psicología social que busca la mejora de una persona o un colectivo, produciendo un cambio social. Así pues, se realiza una intervención comunitaria que estimula la potenciación de actitudes y aptitudes y favorece el desarrollo positivo de las personas en el contexto social en el que se encuentran.
Establecemos la terapia y la educación como la base esencial del desarrollo de la intervención social. Nuestro trabajo está destinado a individuos y colectivos en riesgo de exclusión social: inmigrantes, mayores, mujeres, menores, víctimas o acometedores de violencia de género, maltrato, abuso, personas privadas de libertad, ex – presidiarios, prostitución, discapacidades, enfermos, drogodependientes, desempleados y personas sin hogar.