El quiste de Baker se puede diagnosticar normalmente con una simple exploración física. Sin embargo, algunos síntomas del quiste de Baker se asemejan a los de otros trastornos más graves, como pueden ser un coágulo de sangre, un aneurisma o un tumor. Por lo tanto el médico debería solicitar pruebas de diagnóstico por imágenes no invasivas, por ejemplo: ecografías, radiografías o resonancias magnéticas.
En cuanto al tratamiento, hay que tener en cuenta que la mayoría de las veces, el quiste de Baker desaparece por sí mismo, eso sí, si es grande y sobre todo si produce dolor al paciente, debería ser el médico especialista el que ofrezca al paciente un tratamientos a seguir según su experiencia:
- Tratamiento mediante medicación. Es probable que tu médico te inyecte un corticosteroide, como la cortisona, para reducir la inflamación de la rodilla. Esto podría aliviar el dolor, pero no siempre evita la reaparición del quiste. Se puede aplicar en casos donde el dolor sea importante, al menos como primer choque de tratamiento, para reducir la fatiga del paciente mientras se considera otras opciones.
- Drenaje de líquido. El médico especialista puede drenar el líquido de la articulación de la rodilla con una aguja. Esto se denomina «aspiración con aguja» y a menudo se lleva a cabo bajo supervisión ecográfica. Este tipo de tratamiento es inmediato y reduce la inflamación, lo que conlleva la mayoría de las veces a la reducción del dolor que esta inflamación estaba provocando en el paciente.
- Fisioterapia. La utilización de hielo, vendas elásticas y el uso de muletas, pueden ayudarte a reducir el dolor y la inflamación de la rodilla. Para reducir los síntomas y conservar la función de la rodilla, también suele ser útil realizar ejercicios suaves de amplitud de movimiento y de fortalecimiento de los músculos que rodean la rodilla, sobre todo si son guiados y seguidos por una clínica de fisioterapia profesional.
En todo caso, lo más recomendable es siempre tratar el problema de fondo que causa el quiste de Baker. Si el especialista médico determina que la ruptura de un cartílago, por ejemplo, es el que está causando la producción excesiva de líquido sinovial, es probable que te recomiende una operación quirúrgica para extraer o para reparar el cartílago desgarrado.
Siempre se puede atacar de forma inmediata los efectos negativos del quiste, como la inflamación y el dolor, pero es recomendable buscar siempre el origen de la causa y tratar de poner solución, sobre todo parar evitar futuras reincidencias en la patología.
Por ejemplo, y a modo de conclusión, los quistes de Baker que se asocian a la artrosis del paciente, suelen mejorar con el tratamiento de esta artritis. En estas ocasiones por ejemplo, rara vez se necesita operar. En el siguiente post daremos algunos remedios para mejorar la artritis y entender un poco mejor en qué consiste esta patología.