Lesiones comunes en verano
El verano es la estación perfecta para disfrutar del aire libre, practicar deportes y realizar actividades recreativas. Sin embargo, con el aumento de la actividad física también viene un mayor riesgo de lesiones. En este artículo te vamos a presentar algunas de las lesiones más comunes en verano y cómo puedes prevenirlas y tratarlas.
Lesiones musculares
Los tirones y desgarros musculares son frecuentes durante el verano debido al incremento en la práctica de deportes y ejercicios. Los músculos afectados suelen ser los de las piernas, como los isquiotibiales y los cuádriceps.
Prevención:
Realizar un calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.
Hacer estiramientos para mantener la flexibilidad muscular.
Aumentar la intensidad del ejercicio de forma gradual.
Tratamiento:
Aplicar hielo en la zona afectada durante los primeros 48-72 horas.
Descansar y evitar actividades que puedan empeorar la lesión.
Realizar fisioterapia para recuperar la funcionalidad del músculo.
Esguinces de tobillo
Los esguinces de tobillo ocurren cuando los ligamentos que soportan la articulación se estiran o se rompen, generalmente por torcerse el pie.
Prevención:
Usar calzado adecuado para la actividad que se va a realizar.
Fortalecer los músculos alrededor del tobillo con ejercicios específicos.
Evitar superficies irregulares o peligrosas.
Tratamiento:
Aplicar la regla RICE: Reposo, hielo, compresión y elevación. Esta técnica se utiliza mucho para ayudar a reducir el dolor y la hinchazón.
Usar una tobillera para estabilizar la articulación.
Seguir un programa de rehabilitación con un fisioterapeuta.
Quemaduras solares
La exposición prolongada al sol sin protección puede causar quemaduras solares, que dañan la piel y pueden tener efectos a largo plazo, como el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
Prevención:
Aplicar protector solar con un alto SPF (Factor de Protección Solar) antes de exponerse al sol.
Reaplicar el protector solar cada dos horas y después de nadar o sudar.
Usar ropa protectora, sombreros y gafas de sol.
Tratamiento:
Aplicar lociones calmantes como aloe vera.
Hidratarse bien para ayudar a la recuperación de la piel.
Evitar la exposición al sol hasta que la piel se recupere completamente y por supuesto, el tiempo que se tenga expuesta la piel al sol, utilizar protector solar.
Lesiones por sobrecarga
Estas lesiones ocurren por el uso excesivo de una parte del cuerpo sin el adecuado tiempo de recuperación, como la tendinitis y la fascitis plantar.
Prevención:
Variar las actividades físicas para no sobrecargar un solo grupo muscular.
Escuchar al cuerpo y descansar cuando sea necesario.
Utilizar técnicas de entrenamiento adecuadas y equipo correcto.
Tratamiento:
Descansar la zona afectada y aplicar hielo para reducir la inflamación.
Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento específicos.
Consultar a un fisioterapeuta para un plan de rehabilitación adecuado.
Fracturas y contusiones
Las caídas y los golpes son comunes durante actividades al aire libre, pudiendo resultar en fracturas o contusiones.
Prevención:
Usar equipo de protección adecuado para deportes de riesgo, como cascos y protectores.
Ser consciente del entorno y evitar situaciones peligrosas.
Mantenerse en buena forma física para mejorar el equilibrio y la coordinación.
Tratamiento:
Buscar atención médica inmediata en caso de sospecha de fractura.
Seguir las indicaciones del médico para la inmovilización y recuperación.
Realizar fisioterapia para rehabilitar la zona afectada.