La ergonomía es la ciencia que busca adaptar el entorno a las necesidades y capacidades del ser humano, juega un papel crucial para prevenir lesiones y mejorar nuestra calidad de vida. En este artículo, exploraremos los cuatro tipos de ergonomía (física, cognitiva, organizacional y ambiental) y cómo aplicarlos en el trabajo y en la vida diaria.
Ergonomía física
La ergonomía física se centra en la interacción entre el cuerpo humano y los elementos del entorno, como muebles, herramientas y posturas.
Cómo aplicarla en el trabajo:
Postura adecuada: Asegúrate de que tu silla y escritorio estén a una altura que permita mantener los pies planos sobre el suelo, las rodillas a un ángulo de 90º y los ojos alineados con la parte superior de la pantalla.
Uso correcto de herramientas: Opta por un teclado y ratón ergonómicos para reducir la tensión en las muñecas.
Pausas activas: Realiza estiramientos cada 30-60 minutos para prevenir dolores musculares y mejorar la circulación.
Cómo aplicarla en el día a día:
Al cargar objetos pesados, flexiona las rodillas y mantén la espalda recta.
Utiliza calzado cómodo y adecuado para tus actividades diarias.
Ergonomía cognitiva
Este tipo de ergonomía se enfoca en la carga mental y en cómo el diseño del entorno influye en nuestra capacidad para procesar información y tomar decisiones.
Cómo aplicarla en el trabajo:
Minimiza distracciones: Organiza tu espacio de trabajo para reducir el ruido y las interrupciones visuales.
Diseña flujos claros: Si diseñas software o manuales, asegúrate de que las interfaces sean intuitivas y fáciles de usar.
Cómo aplicarla en el día a día:
Simplifica tus rutinas: Crea listas de tareas y prioriza actividades importantes para reducir la sobrecarga mental.
Evita el multitasking: Enfócate en una tarea a la vez para mejorar la eficiencia y reducir el estrés.
Ergonomía organizacional
La ergonomía organizacional se ocupa de la optimización de sistemas y procesos para mejorar la productividad y el bienestar de las personas.
Cómo aplicarla en el trabajo:
Trabajo en equipo: Promueve una comunicación clara y efectiva para evitar malentendidos.
Horarios flexibles: Implementa horarios adaptables para equilibrar las demandas laborales y personales.
Cómo aplicarla en el día a día:
Establece rutinas que equilibren el trabajo, el descanso y el ocio.
Planifica tus compras y comidas para evitar el estrés de la improvisación.
Ergonomía ambiental
Este tipo de ergonomía se relaciona con factores como la iluminación, el ruido, la temperatura y la calidad del aire.
Cómo aplicarla en el trabajo:
Iluminación adecuada: Utiliza luz natural siempre que sea posible y complementa con luces artificiales cálidas.
Control del ruido: Si trabajas en un entorno ruidoso, usa auriculares con cancelación de ruido o paneles aislantes.
Temperatura confortable: Mantén una temperatura entre 20-22 ºC para mejorar la concentración.
Cómo aplicarla en el día a día:
Ventila tu hogar diariamente para mejorar la calidad del aire.
Evita la contaminación lumínica en tu dormitorio para favorecer el sueño.