La medicina estética ha dado un vuelco gracias a los avances y la nueva tecnología de nuestro tiempo, ahora los pacientes pueden aumentar y mejorar su calidad de vida y tener un aspecto mejorado.
Son muchos los que ponen sus ojos en este tipo de medicina, buscando acabar con sus complejos, sentirse mucho mejor por dentro y por fuera. Ya que nuestra apariencia, si estamos contentos con ella, automáticamente mejora nuestra autoestima, seguridad y confianza en nosotros mismos.
De hecho, algo que parecía legado a las mujeres, son cada vez más hombres lo que solicitan este tipo de intervenciones, entre un 15 % y un 20 %.
Algunos motivos son, acaban de salir de un divorcio, y quieren volver a encontrar pareja, la alta competitividad en su trabajo y el aspecto físico, o simplemente porque son hombres sin perjuicios a la hora de acabar con algún complejo.
Aunque cada paciente es único, es cierto que, en los últimos diez años, cada vez son más hombres a lo que recurren a una limpieza facial, a la depilación, exfoliaciones… Y ahora, en los dos últimos años, los tratamientos antienvejecimiento con la finalidad reparadora y preventiva como la luz pulsada para eliminar machas, u otras imperfecciones de la piel.
Los hombres están expuestos a mayores presiones estéticas de belleza: No solo vale tener músculo, sino que hay que estar moreno, tener pelo, depilarse zonas como la espalda, el cuello, los hombros… Mostrar unos dientes perfectos cada vez que se sonria. Y ahora está de moda tener una barba cuidada. Al final, tanto hombres y mujeres, están sometidos a modas e influencias. Pero la medicina estética no está para contentar y seguir patrones de belleza. Existe para mejorar la estética y la autoestima, bajo los parámetros de la belleza, la lógica y el sentido común, y por supuesto la salud.
El hombre y la medicina estética
El hombre hay que tener en cuenta, sus necesidades y expresiones faciales. Diseño de cejar horizontales, proyectar mentones, mandíbula, reducir arrugas, manchas por el sol…
El asesoramiento profesional es clave, y recurrir a centros especializados donde existan las herramientas adecuadas, los profesionales titulados y todas las características necesarias para ofrecer y ejercer un servicio con las máximas garantías.
Tenemos la oportunidad de vernos mejor, tanto hombres como mujeres, y perder de vista durante más tiempo a los signos del envejecimiento. ¿Por qué no hacerlo?
En estos asuntos, ir a lo barato, o acudir a sitios de dudosa regulación, puede ser un asunto muy serio.