Parece ser que los gobiernos del mundo se están poniendo las pilas respecto a la comida basura y las bebidas altas en azúcares. Como sucedió hace años con la industria tabacalera y los impuestos del tabaco. Ahora es el turno de bebidas azucaradas tan famosas como por ejemplo: Coca-Cola, Pepsi o Redbull…
La tasa o el impuesto que viene avalada por el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría aplicarse directamente por el contenido de azúcar existente en: cada 100 mililitros de bebida o mediante un IVA especial común para este tipo de refrescos, como hacen ya otros países de la UE. “Sabemos que aplicar impuestos a las bebidas azucaradas es una medida muy efectiva para reducir su consumo, lo que contribuye a la reducción de la obesidad y a prevenir la diabetes”, aseguró la OMS en octubre, justo en el Día Mundial contra la obesidad.
La OMS ha dejado tres recomendaciones en su último informe:
1. Una ingesta reducida de azúcares añadidos a lo largo de toda la vida
2. En los adultos y los niños, la OMS recomienda la reducción de la ingesta de azúcares añadidos a menos de 10% de la ingesta total de energía.
3. La OMS sugiere una mayor reducción de la ingesta de azúcares añadidos por debajo del 5% del consumo total de energía.
Los últimos estudios sobre el azúcar y el organismo, son demasiado contundentes y claros como para poder esquivarlos. Demostrando que nuestra dieta, abusiva en azúcares añadidos influye negativamente en los indicadores de riesgo cardiovascular más habituales: Triglicéridos, colesterol (total y LDL) y presión arterial. En un aumento del riesgo relativo del 20% de sufrir ictus. Y lo que más temió la industria alimentaria y exportadora de bebidas, la relación entre el consumo de refrescos azucarados y ciertos indicadores asociados con el riesgo de obesidad: La concentración de insulina y leptina y la resistencia a la insulina.
Pero el sector alimentario apela que solo se trata de recaudar dinero y que el impuesto no es resolver los problemas de salud de la población, como los mencionados anteriormente, obesidad, diabetes, y por supuesto caries. Pero España, como otros países de la Unión Europea, también se suben al caro de penalizar la carga de azúcar en nuestra alimentación, aunque habrá daños colaterales en nuestro país. Los remolacheros están en contra de la medida de Montoro, ya que replican que los verdaderos perjudicados son los agricultores y no las empresas, y que el efecto psicológico sobre el consumidor, satanizará el producto, algo que quita el sueño a provincias como Olmedo, de la cual la remolacha es la base de su economía. En IRE Fisioterapia, estamos con la OMS, y fomentamos una vida más saludable, con una buena alimentación y la actividad física moderada, estos son los mejores preventivos contra la enfermedad. Y esperamos que no sufran los trabajadores por estas medidas y haya soluciones para todos.