El verano trae consigo días soleados y cálidos, perfectos para disfrutar al aire libre. Sin embargo, también aumenta el riesgo de golpes de calor, una condición peligrosa que requiere atención inmediata.
Golpe de calor
Un golpe de calor es una forma grave de hipertermia, donde la temperatura corporal se eleva por encima de los 40ºC (104ºF). Ocurre cuando el cuerpo no puede enfriarse adecuadamente, ya sea por exposición prolongada a altas temperaturas, esfuerzo físico excesivo, o una combinación de ambos.
Los golpes de calor pueden provocar daños a los órganos y, si no se trata a tiempo, pueden llegar a ser mortales.
En la antigüedad, los médicos griegos y romanos, como Hipócrates y Galeno, describieron afecciones relacionadas con el sobrecalentamiento del cuerpo, pero fue durante la Revolución Industrial, con el aumento del trabajo físico en condiciones calurosas, cuando se empezó a prestar más atención a esta condición. En el siglo XX, los avances en la medicina y la fisiología del ejercicio permitieron una comprensión más profunda de los mecanismos del golpe de calor y la importancia de la hidratación y el descanso.
Síntomas comunes
Temperatura corporal muy alta (por encima de 40ºC)
Piel caliente, enrojecida y seca (sin sudor)
Dolor de cabeza
Mareos y vértigos
Náuseas y vómitos
Confusión y desorientación
Pérdida de conciencia
Cómo prevenir los golpes de calor
Mantente hidratado: La deshidratación reduce la capacidad del cuerpo para sudar y regular la temperatura. Bebe agua regularmente, incluso si no tienes sed, especialmente si estás al aire libre o haciendo ejercicio.
Usa ropa ligera y holgada: Opta por ropa de colores claros, hecha de materiales transpirables como el algodón, que permita la evaporación del sudor y mantenga el cuerpo fresco.
Evita la exposición directa al sol: Trata de permanecer en lugares sombreados o frescos, especialmente durante las horas más calurosas del día (entre las 11 de la mañana y las 16 de la tarde).
Toma descansos frecuentes: Si estás trabajando o haciendo ejercicio al aire libre, toma descansos regulares en áreas frescas para permitir que tu cuerpo se recupere.
Usa protección solar: El uso de protector solar no solo protege la piel de las quemaduras solares sino que también ayuda a prevenir el sobrecalentamiento.
Cómo tratar un golpe de calor
Si sospechas que alguien está sufriendo un golpe de calor, actúa de inmediato:
Llama a emergencias: El golpe de calor es una emergencia médica.
Traslada a la persona a un lugar fresco: Si es posible, muévela a una zona con aire acondicionado o sombra.
Enfría a la persona afectada: Usa cualquier método disponible para bajar la temperatura corporal (baños fríos, paños mojados, ventiladores, etc.)
Hidrátala: Si la persona está consciente y puede beber, dale agua fresca.