Al tratarse de un tratamiento que interviene en el funcionamiento del sistema nervioso, la neuromodulación es una técnica que sigue ganando mucho espacio dentro de la fisioterapia. Esto se debe a que ofrece varios beneficios en una serie de patologías que pueden presentarse en el sistema musculoesquelético.
¿En qué consiste la neuromodulación?
Una manera de entender el funcionamiento de la neuromodulación es mediante el trabajo que realizan las neuronas, las células en las que causa efecto este tratamiento. En resumidas cuentas, las neuronas conectan completamente el sistema nervioso y gracias a su intervención nuestro organismo funciona correctamente.
No obstante, nuestro cuerpo puede sufrir desequilibrios en el sistema nervioso, mismos que muchas veces afectan al aparato musculoesquelético. Es decir, cuando esto ocurre pueden verse dañados nuestros músculos, ligamentos, huesos o tendones. Es en este punto donde interviene la neuromodulación percutánea.
Se trata de una técnica que mediante una aguja de punción transmite corrientes galvánicas hacia el sistema nervioso, con la intención de obtener una respuesta sensitiva y motora al estimular el nervio periférico. Con ello, equilibra cualquier alteración sufrida. Además, la efectividad de este método radica en que las corrientes son focalizadas, gracias a la guía de un ecógrafo.
¿Cuáles son los beneficios de la neuromodulación?
Con las características de esta técnica evidentemente podremos obtener varios beneficios, no solo al sufrir ciertas alteraciones en nuestro organismo sino para ayudar en la prevención de ciertas patologías. Entre los beneficios que obtenemos con la neuromodulación se encuentran los siguientes:
1. Rápida acción frente al dolor
La intervención de las corrientes de baja frecuencia produce un ligero entumecimiento en el área tratada. Esta sensación comienza pocos minutos después de que intervenga la neuromodulación y puede permanecer hasta por media hora luego de haber finalizado el tratamiento. Lo cual es una buena señal, ya que, al desaparecer el entumecimiento, la sensación de alivio se puede sentir por 48 horas.
2. Disminuye el dolor crónico
Tras distintas sesiones de la técnica de neuromodulación los pacientes con dolor crónico o fibromialgia han conseguido reducir la sensación de dolor y la frecuencia con que este aparece. De esta forma, las personas pueden recuperar su autonomía y mejorar la calidad de su vida.
3. Es mínimamente invasiva
Debido a que se trata de corrientes de baja frecuencia, este tratamiento tiene poco porcentaje de invasión, así como de dolor. Es por ello que la neuromodulación no es rechazada por la mayoría de los pacientes, por no decir todos. Además de una leve punzada o presión en la zona tratada, los pacientes solo consiguen excelentes efectos.
4. Reduce el uso de fármacos
Con la intervención de las técnicas de neuromodulación se ha podido constatar que los pacientes comienzan a reducir el uso de fármacos para el dolor, como los analgésicos. Con esto no nos referimos a que reducen para siempre su uso, sino que ayuda a disminuir tanto la cantidad como la frecuencia de consumo.
5. No tiene efectos secundarios
Sin duda alguna esta es una gran ventaja para quienes padecen dolor crónico y otras enfermedades similares. Ya que la neuromodulación no tiene efectos secundarios, a diferencia de otros métodos.
¿Cuáles son las indicaciones clínicas de la neuroestimulación?
El éxito del tratamiento dependerá del trabajo del fisioterapeuta y de la colaboración del paciente. Además de estas dos condiciones, el éxito de la neuromodulación no solo se consigue en pacientes con dolor crónico, sino que es recomendado para distintas indicaciones clínicas, como inestabilidades articulares, así como disfunciones segmentarias de la columna vertebral.
También es un tratamiento ideal para atrapamientos nerviosos, tendinopatías, hernias discales asociadas a radiculopatía y roturas musculares.